Las soluciones a este problema deben venir de todos los niveles de gobierno y la propia ciudadanía. (Foto: Agencia Andina)
Cuando hablamos de problemas ambientales, uno de los temas más recurrentes es la inadecuada gestión de los residuos sólidos en el Perú, que se ve reflejada en el aumento de declaraciones de emergencias ambientales o sanitarias en varias ciudades del Perú, sobre todo en la región de Lima, donde tenemos una creciente sobrepoblación que cada vez segregan mayor cantidad de residuos sin que el sistema tenga la capacidad de procesarlos o hacer una adecuada disposición final de ellos.
Según el Inventario Nacional de Infraestructura del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), indica que el Perú cuenta con 77 rellenos sanitarios, de los cuales 7 de ellos (Rellenos de Seguridad, Rellenos Mixtos y Rellenos Sanitarios) se encuentran en Lima; además, se debe mencionar el gran número de botaderos, que son áreas donde se acumulan residuos sólidos sin ningún control, lo que produce un constante deterioro de la atmosfera, suelo y contaminación del agua. En base a ello, el Inventario Nacional de Áreas Degradadas de OEFA determinan que existen 1813 botaderos en el Perú. Esto, en comparación con el número de las áreas o infraestructuras autorizadas para la disposición final, es alarmante.
Las estadísticas comentadas con anterioridad permiten identificar parte del problema de nuestra gestión de residuos sólidos, sin embargo, dentro del aspecto de la infraestructura, el caso de los botaderos y rellenos no es lo único. Debido a que, en el Perú tenemos una gran escasez de plantas de tratamiento y valorización, lo que representa un impedimento para realizar un debido procesamiento de los residuos sólidos. En primer lugar, las plantas de tratamiento nos permiten modificar los residuos física y químicamente eliminando o disminuyendo el potencial riesgo para la salud y el medio ambiente, lo que servirá para facilitar la valorización y disposición final. Todo este conjunto de procesos son un factor muy significativo para la gestión de los residuos sólidos, los cuales dentro de un sistema funcional y con una infraestructura adecuada y suficiente para poder abastecer a toda la producción de residuos en la región, reducirán los daños que se generan contra el ambiente y la salud de aquellas poblaciones que se encuentran expuestas a estos contaminantes.
Es por ello que, como país, debemos de tener en cuenta las acciones que debemos realizar tanto desde nuestro deber como ciudadanos, realizando una correcta segregación y disposición de los residuos sólidos, así como, aquellos entes gestores de los residuos, dado que estos son los encargados de desarrollar las acciones necesarias para poder promover dentro de nuestro país una mejor cultura de gestión, al igual que deben desarrollar la infraestructura adecuada para una debida valorización de los residuos sólidos, permitiendo con ello que se geste una correcta economía circular en nuestro país.
