El Mega Niño ha despertado las alertas en la población que ya ha sido afectada por el mismo fenómeno previamente. (Foto: Agencia Andina)
Después de un comportamiento extraño del clima, debido a que las temperaturas no disminuyeron en invierno tanto como estamos acostumbrados y la primavera llegó sin las características propias de esta estación, nos generó la pregunta de qué pasó con las dos estaciones que parecen que nunca lograron consolidarse.
La respuesta a esta anomalía la encontramos en el ‘Mega Niño Modoki’, un término con el que muchos no están familiarizados y que amenaza alterar nuestra familiar relación con las cuatro estaciones con las que estábamos acostumbrados.
Este fenómeno tiene una gran similitud a lo que nosotros conocemos como El Niño, sin embargo, la alusión a la palabra Modoki refiere a un término japonés que significa “similar pero diferente”. En este caso, se le llama así porque también genera un aumento en la temperatura del océano Pacífico, pero únicamente en su zona central, además que suele manifestarse con menos frecuencia.
Así, las temperaturas aumentan durante una mayor cantidad de tiempo, como lo ocurrido este año en el que no hubo invierno y se estima que esto continuará hasta el 2024 trayendo igualmente las lluvias que nos podrían recordar a lo sucedido en 2017, según afirman los expertos.
Entre los efectos más relevantes encontramos también fuertes lluvias en la costa, principalmente en la zona norte, lo que podrá desencadenar inundaciones y, dependiendo de diversos factores, deslizamientos o huaicos repitiendo incluso lo sucedido a inicios de 2023, cuando miles de personas se vieron afectadas por estos desastres.
Por todo esto es necesario prepararse para recibir lluvias en época de verano, además de exigir a las autoridades planes de prevención y contención en los lugares donde ya se han manifestado diversos desastres recientemente por resultado de El Niño, para que no se vuelva a repetir las desgracias ocurridas en años anteriores, sin olvidar otros sectores en los que se puedan encontrar riesgos derivados de este fenómeno.
Mientras nos mantengamos alertas, prevenidos y preparados será posible enfrentar cualquier problema derivado que este fenómeno atípico nos traiga, de manera que, podamos atenuar sus efectos sobre todo en las poblaciones más vulnerables, el impacto en la agricultura y la afectación a las vías de comunicación que tanto afecta a nuestro país.