Es importante promover la educación para la sostenibilidad desde todos los niveles educativos de acuerdo con las capacidades y posibilidades de los estudiantes. (Foto: Agencia Andina)
En un mundo cada vez más consciente sobre la urgencia de frenar el cambio climático, la degradación ambiental, el consumo irresponsable y la falta liderazgo con enfoque sostenible; la educación juega un rol fundamental para lograr una transición hacia prácticas más equilibradas entre el ambiente, la economía y la sociedad.
En el Perú, un país de vasta biodiversidad y recursos naturales, la necesidad de una educación para la sostenibilidad es particularmente crítica, por lo que una mera integración de conceptos ambientales en el currículo nacional no es suficiente, pues hace falta una visión más integral que prepare a los niños y jóvenes a enfrentar y resolver los problemas identificados, impulsándolos a promover y ser parte de iniciativas sostenibles desde el área en la que se desenvuelvan.
Uno de los ejemplos más destacados en el Perú en cuanto a educación para la sostenibilidad se refiere, es el caso de Innova Schools, una red de colegios de iniciativa privada que tiene presencia en 14 departamentos del país, centrando su enfoque educativo en la combinación de la teoría con la promoción de prácticas sostenibles a través de proyectos y actividades extracurriculares para los estudiantes como el reciclaje, la conservación de la biodiversidad y recursos hídricos, entre otros, donde los estudiantes aplican los conocimientos que van adquiriendo.
El enfoque de la educación para la sostenibilidad que ha adoptado Innova Schools está alineado a una tendencia global, donde países como Finlandia y Canadá vienen implementando programas innovadores que sirven para consolidar prácticas sostenibles en los estudiantes. En Finlandia, por ejemplo, la educación para la sostenibilidad está integrada en todas las materias, enfocándose en la creación de un entorno educativo que promueve aprendizajes desde la resolución de problemas reales, desarrollando así habilidades prácticas y una profunda comprensión de la sostenibilidad.
En Canadá, el enfoque educativo de sostenibilidad es igualmente holístico, con el logro de que está incorporado en su currículo nacional, asegurando que los estudiantes no solo aprendan sobre temas ambientales, sino que también comprendan la relación entre la economía, la sociedad y el medio ambiente. Los programas educativos canadienses enfatizan la importancia de la acción local y global, preparando a los estudiantes para enfrentar los retos del futuro de manera informada y comprometida.
La experiencia internacional demuestra que el aprendizaje activo y el involucramiento comunitario de los estudiantes son esenciales para frenar impactos negativos que se vienen registrando en el planeta. Por lo expuesto, la educación seguirá siendo uno de los pilares en la consecución de los demás Objetivos de Desarrollo Sostenible, recayendo en los estudiantes el reto de ser agentes de cambio, quienes, desde el ejercicio de un liderazgo sostenible, pueden contribuir en su entorno inmediato de forma positiva.